viernes, 20 de junio de 2014

Cultura De La Tecnología


La cultura de la tecnología, y la sociedad actual es básicamente una sociedad de consumo. La primera ha conducido a la segunda al poner al servicio de la humanidad bienes de consumo inaccesibles al hombre hasta ahora. A la vez, ambas ejercen una influencia permanente sobre el individuo y lo transforman, porque cultura y sociedad por una parte y personalidad básica del hombre por otra, se condicionan y determinan en forma recíproca.  El hombre de hoy es eminentemente técnico y a lo largo de los años ha experimentado algunas transformaciones fundamentales, que Franz Alexander resumió así : "Bajo la influencia de la civilización maquinista, el hombre se asemeja cada vez más a la máquina". Veamos algunos de ésos cambios: El hombre actual, gracias a los progresos de la técnica se ha liberado en gran parte del dolor. Sufre menos dolor que el hombre de antaño y por eso le teme más. Este temor ha ido tomando progresivamente la forma de temor a las enfermedades, al sufrimiento y a la muerte. Este proceso ha dado como resultado que el hombre esté demasiado pendiente de su cuerpo y del funcionamiento de su organismo. Se ha tornado hipocondríaco; entendiendo por tal , a la persona sana que adopta una actitud que le lleva a vigilar constantemente el funcionamiento por ejemplo, de su corazón , su tensión arterial o su aparato digestivo, con un incremento ansioso ante la muerte súbita de un familiar, vecino o amigo. Esta hipocondría se ha visto reforzada indirectamente por la fácil disponibilidad de métodos diagnósticos de avanzada tecnología. Al tiempo que se desarrollan la técnica y las posibilidades de bienestar, el hombre ha experimentado una des espiritualización. El progreso de la técnica no se ha acompañado de un progreso espiritual paralelo. Como consecuencia de lo anterior se ha producido en el hombre un desfallecimiento de los valores. Los valores éticos, espirituales son el soporte del hombre para desplegar su vida, si se pierden, éste se desorienta y puede actuar en forma inadecuada. Con respecto a las relaciones humanas se ha presentado en ésta era de la tecnología un incremento de la competencia y la rivalidad. Las relaciones entre los hombres, acicateados por la sociedad de consumo, siguen hoy una vía más de competencia que de cooperación y amistad. Al propio tiempo ha descendido la comunicación interhumana. Me refiero a la comunicación que pone en contacto las intimidades de los seres humanos, aquella que permite un intercambio afectivo y de nobles sentimientos. Paradójicamente, se ha desarrollado un increíble progreso de la comunicación tecnificada, ésa comunicación masiva, impersonal, que nos permite navegar por el Internet y contactarnos con cualquier sitio del planeta para intercambiar información. Esta "comunicación a distancia" y la falta de contactos personales, propician ése sentimiento de soledad que impregna la atmósfera de nuestros tiempos, pues el afectivo abrazo de un amigo o la tierna caricia de una enamorada, jamás podrán ser substituidos por imágenes de la "realidad virtual".

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